Nil a pocos pasos de la campana.
El domingo, aunque hace buen día para ir a la roca, decidimos hacer una visita a la Panxa del Bou. Supongo que todavía me falta conocer escuelas donde pueda ir con los pequeños, que no tenga que hacer demasiado coche y que haya alguna vía donde ellos puedan probar esto de escalar.
La Panxa está casi vacía, se nota que es domingo y hace buen día. Entro con Nil, Jan y Luci y a los pocos minutos aparece Gordo con Laia y Mar.
Nos subimos al lado del bar para que los pequeños escalen las vías, cortitas, divertidas y fáciles, que hay allí mismo. Hacen sus primeros pasos. Jan prueba una entrada con pasos largos pero no le sale y acaba desistiendo. Nil encadena tres vías en Tope Rope con unas buenas apretadas. Laia y Mar se lo curran bastante más…será la sangre dolomítica.
Nil me comenta que ya está cansado y que se quiere ir a jugar un rato y Jan ya lleva rato dando vueltas por la sala cantando y saludando a quien se encuentra. Desmontamos la paradeta y nos vamos para abajo. Los pequeños se meten en la sala de juegos y Gordo, Luci y yo nos ponemos a probar algunas de las vías fáciles que hay en la parte derecha del rocódromo.
Sigue sin aparecer demasiada gente y se está cómodo. Los guerrilleros van saliendo a saludar de vez en cuando y Jan nos da un miniconcierto de guitarra, saluda al público y se vuelve para adentro.
Seguimos probando alguna vía más. Laia se anima y quiere probar una de las "vías de los mayores". Montamos la que queda a la izquierda de la fisura y se la sube con una facilidad pasmosa. Campanazo y para abajo. Nil se anima y también quiere subir. Se curra la vía con un par de reposos mientras a mi se me cae la baba. Campanazo y lo bajo con una sonrisa de oreja a oreja que ya no se me borrará en todo el día. Mar también encadena y nos da un concierto de campana hasta que conseguimos bajarla.
Recogemos los trastos y nos vamos a celebrar el día de escalada con unos pollos a la brasa que hacen en un restaurante al lado de la Panxa.